La planchada
No es de sorprenderse que en los hospitales abunden las historias, relatos, reporte y quejas de seres que ya no pertenecen a este mundo, solo piénsalo, desde que construyeron al hospital, cualquier hospital que señalemos, siempre han habido enfermos que atender, enfermos que después de un tiempo curan y vuelven con sus familias felices por estar de vuelta... pero muchas veces no siempre sucede esto... Hay veces que no importa que tanto empeño den los doctores y enfermeros de si mismos en el paciente, la muerte ya le había agarrado la mano para llevárselo, pues así estaba escrito, ya nada se podía hacer; Pero hay veces en que las almas de aquellos pacientes fallecidos... o del personal del hospital en ciertas ocasiones no encuentren el descanso y vaguen eternamente en los pasillos del hospital tratando de recordar que dejaron pendiente o simplemente por el hecho de no querer irse de ahí.
El caso que estás a punto de leer se halla en el hospital Juárez en la ciudad de México, caso que hasta la fecha presente del año 2017 sigue impresionando a muchas personas que se han topado con hechos que no se pueden explicar.
Se dice que en los pasillos de ese edificio son recorridos por un espíritu benévolo llamado "la planchada" debido que se ha observado que lleva puesto el uniforme de enfermera impecable, sin una sola arruga o mancha; Muchos dicen que esta enfermera se llama Eulalia y que fue traicionada por un hombre con el cual se iba a casar, otros dicen que no solo se aparece en el hospital Juárez y que de hecho la historia se desarrolla en Estados Unidos durante la segunda guerra mundial.
La verdad es que no les voy a contar ninguna de esas dos historias o sus variantes, ya que el humano desde siempre ha tenido la habilidad de alterar la información hasta que no se parezca en nada a lo que de verdad sucedió.
No se sabe nada acerca de esa mujer, solo los rumores de que se pudo haber llamado Eulalia; pacientes que han estado ahí dicen haber tenido contacto con ella cuando están moribundos y con grandes dolores pidiendo la ayuda de alguien pero no hay nadie que los escuche... al menos nadie vivo, la planchada se aparece ante ellos y les proporciona medicina o les inyecta un suero; los paciente no logran verle la cara muy bien, pero pueden describir perfectamente como iba vestida aquella enfermera; pacientes con enfermedades graves y mortales han sanado de un día para otro inexplicablemente, las o los enfermeros que a veces se quedan dormidos en sus guardias por las horas interminables de trabajo arduo son despertados por un golpe fuerte en la cabeza para que siguieran trabajando, pero cuando levantan la vista apresuradamente, segundos después de sentir el golpe no ven nada más que los pasillos largos, fríos y obscuros del hospital.
Nadie sabe de donde viene, nadie sabe cual es su verdadera historia, nadie sabe como es o como se llamaba, nadie sabe por que hace lo que hace, solo se sabe que sigue en ese hospital cuidando a los enfermos y que es... posiblemente, uno de los misterios del mundo que se quedarán sin resolver.
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